martes, 5 de marzo de 2019

JORNADA 2 DE MARZO


Esta semana la crónica llega tarde y no será del partido en donde aguantamos al mejor equipo de la categoría durante los dos primeros cuartos y se nos fueron en el tercero, momento en  que el partido fue suspendido ya que nuestro jugador junior Adrián Saveli se desvaneció en el banquillo y tuvo que ser asistido, primero por compañeros de uno y otro equipo y después por la ambulancia.

Nuestro "pulpo" postrado en el suelo, inconsciente pero aún con pulso, haciendo grandes esfuerzos por respirar, a veces entrecortadamente y a veces desde las vísceras, recuperando una respiración que perdía por momentos y que Oscar se ocupaba de recordarle que tenía que seguir intentando.

Esos segundos de silencio se hacían eternos, y cada vez  estaban siendo más frecuentes hasta que en un momento dado, las fuerzas le abandonaron y dejó de respirar. En ese momento Oscar Garay y Pablo García, un compañero del otro equipo, que ya es del nuestro y  que estaban preparados en todo momento por si esto ocurría se pusieron a practicar la resucitación cardiopulmonar. Treinta llamadas a las puertas de la vida seguidas de dos soplos de aire fresco que recordaron a Adrián que queríamos que se quedara con nosotros. Tras unos interminables segundos volvimos a oír respirar a Adrián y en ese momento el aire volvió también al cuerpo de todos los que allí estábamos.

Después de unos minutos, en donde nuestros ojos iban desesperadamente, del pecho de nuestro Adrián a las puertas del pabellón, buscando con la mirada al equipo humano de la ambulancia, éstos aparecieron y todos los que allí estábamos respiramos aliviados.

La angustiosa espera había durado; a decir de algunos, media hora; a decir del vídeo que grabó la secuencia de tiempo, siete minutos. Y es que en momentos así el paso del tiempo es algo muy subjetivo.

Pero lo peor aún no había pasado. El equipo de profesionales se puso a trabajar, fuera camiseta, coloca el desfibrilador y continúa con el masaje cardiaco. Mientras un tercero preparaba la medicación , las vías, la esperanza...

Dos veces a decir del informe médico tuvo que actuar el desfibrilador, tres cuatro y hasta media docena a decir de los que allí estábamos y es que el taconeo de nuestro chaval contra el suelo cada vez que la máquina intentaba devolverle a la vida se clavaba en nuestros corazones y se repetía en  nuestras cabezas haciéndonos perder a todos la percepción del tiempo y de la realidad.

Cada descarga de la máquina hacía darnos la vuelta a muchos de los que allí estábamos, con la esperanza de que al volver a girarnos, Adrián estuviera respirando de nuevo. Todos conteníamos la respiración en un intento de que no le faltara una gota de aire a Adrián y finalmente Adrián decidió que quería seguir dándonos guerra, recuperó el pulso, con un latido acelerado del que despierta de una pesadilla y, estabilizado, fue trasladado en camilla al hospital de Valdecilla.

Hemos tenido que esperar 24 largas horas para saber si el Adrián que despertaba del sueño inducido en el que ha permanecido durante este tiempo, era el mismo que  había decidido echarse una larga siesta el domingo por la mañana.

Ayer por la tarde pude visitarle, aún en la U.C.I. y respiré aliviado al ver que el "pulpo", sonreía, no se creía lo que le estábamos contando y no sabía lo que hacía en aquel sitio, ya que no recuerda nada.

Lo peor, creemos y esperamos que ya haya pasado. Ahora toca un recuperación con los mimos de su madre, Alexandra que seguro no le van a faltar ya que ha estado en todo momento a su lado respirando con él y que no le ha dejado ni a sol ni a sombra.

Desde el club Castro Basket, queremos agradecer a Oscar que en todo momento tomó las riendas y junto con Pablo García de Cantbasket se ocuparon del cuidado de Adrián hasta la llegada de los sanitarios.

Al personal del polideportivo que le faltó tiempo y en todo momento estuvo a pie de pista desfibrilador en mano.

Al equipo arbitral que en todo momento estuvo dando ánimos a nuestro equipo que deambulaba por el campo sin saber qué hacer.

A Dani, presidente de Cantbasket  que rápidamente llamó a la Ambulancia y se ha preocupado en todo momento por saber como evolucionaba nuestro junior.

Al equipo humano de profesionales que se desplazaron con toda celeridad al pabellón de Numancia y su rápida actuación propició junto con la actuación inicial de los que allí estábamos, que nuestro niño esté hoy con nosotros y sin secuelas.
A la doctora, que cuando nos informó del estado de Adrián, nos hizo sentir que estaba en las mejores manos y al equipo de profesionales que le están atendiendo y cuidando.

Al presidente de la federación, José Luis Teja que ha estado en todo momento pendiente de la evolución del jugador y ayer se desplazó al hospital para estar con los familiares de Adrián y a la alcaldesa de Santander que se interesó por su estado y nos transmitió ánimos para nuestro "pulpo".

Gracias a todos.


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