miércoles, 8 de febrero de 2017

Me atrevo a publicar un whatsapp recibido hace unos días que me envíó un padre de una jugadora del club y que me parece muy motivante para nuestra figura de formadores, además de poner en valor nuestro trabajo. 
Cosas así nos ayudan a seguir trabajando en lo que nos gusta y nos recuerda que el baloncesto en este caso es en medio para formar en valores no sólo deportivos. Aquí os lo dejo:

Tengo que confesarte que yo no pago para que mis hijos hagan deporte. Personalmente, no hay nada que me importa menos que el deporte. Por lo que si no estoy pagando por el deporte, te preguntarás por qué estoy pagando.

Pago por esos momentos en los cuales mis hijos están tan cansados que quisieran detenerse, pero no lo hacen.
Pago por esos días cuando mis hijos llegan del colegio cansados como para ir al club, pero aun así van igual.

Pago para que mis hijos aprendan la disciplina.
Pago para que mis hijos aprendan a cuidar su propio cuerpo.
Pago para que mis hijos aprendan a trabajar con otros y lleguen a ser buenos compañeros de equipo.
Pago para que mis hijos aprendan a gestionar la desilusión cuando no obtienen la victoria que esperaban tener, y siguen trabajando duramente.
Pago para que mis hijos aprendan a crearse objetivos y logren llevarlos a cabo.

Pago para que mis hijos aprendan y sepan que se necesitan horas y horas y horas de entrenamiento para crear un deportista y que el éxito no llega de un día para el otro.
Pago por las oportunidades que tienen y que tendrán de hacer amistades que durarán toda la vida.
Pago para que mis hijos puedan llegar a estar en un evento deportivo antes que delante de un televisor.
Podría seguir adelante, pero para hacerla corta yo no pago por la gimnasia... pago por las oportunidades que el deporte les da a mis hijos de desarrollarse y que les servirán a ellos para toda la vida, donde también tendrán la oportunidad de hacer el bien a la vida de otros. 


Y por lo que he visto hasta ahora, ¡pienso que es una excelente inversión!
Como bien dice el texto, el deporte logra inculcarles a los chicos valores para el cuidado de su cuerpo que perdurarán toda su vida, así como fuertes enseñanzas motivacionales. Y también les dejará amistades que trascienden lo deportivo. 

Sólo añadir que intentaremos llevar a cabo esta gran responsabilidad que nos encomendáis cuando nos confiáis a vuestros hijos y que si no siempre lo logramos al 100% es porque somos humanos, pero tened muy presente que lo estamos intentando cada día para crecer también con ellos como personas.

Gracias por vuestra complicidad y vuestro apoyo.


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